Conozca las ventajas en migrar para la tecnología SDN

- 24/01/2017

Flexibilidad, programabilidad y escalabilidad son algunos de los beneficios que las redes definidas por software (en inglés, SDN) han traído en comparación a la infraestructura de red tradicional. Con la tecnología SDN, se ejecuta toda la inteligencia fuera de los equipamientos, en un punto central, lo que facilita el control de la red y la adecuación de nuevos servicios.

Para el coordinador del proyecto Infraestructura Definida por Software (IDS) en la RNP, José Rezende, el paradigma SDN puede compararse al cambio automático de un coche, debido a su punto de vista más abstracto. “el cambio manual del coche hace con que las personas estén más próximas de la máquina, pero añade complejidad a la hora de conducirlo. Por otra parte el cambio automático facilita el uso del coche y hace más sencillo su conducción”, afirmó Rezende, que también es investigador de la Universidad Federal de Rio de Janeiro (UFRJ).

A partir del SDN, se hace posible el fileteado de la red, es decir, se crean múltiples redes virtuales dentro de una misma red física, lo que permite la experimentación de nuevas arquitecturas de internet. “En cada una de esos filetes puede experimentarse otras arquitecturas que pueden coexistir con la tecnología IP”, dijo el investigador, refiriéndose al proyecto Fibre (Future Internet Brazilian Environment for Experimentation), de Internet del Futuro.

El poder de abstracción es una de las ventajas señaladas en migrar para la tecnología SDN, por hacer más sencillo la gestión de la red. En las redes tradicionales, se implementan todas las decisiones políticas localmente, haciendo necesaria la configuración de cada uno de los equipamientos. Por otra parte, en las redes definidas por software, se centralizan las decisiones y todas las configuraciones se hacen en un único plan de control, el que concentra una vista global de todos los componentes. “A pesar de la red componerse por múltiples equipamientos, el plan de control la ve como un único dispositivo, capaz de descubrir automáticamente nuevos caminos a ser resistente a eventuales fallos”, garantizó Rezende.

Ante esas posibilidades, la RNP coordina, desde 2015, el proyecto IDS, que tiene el objetivo de monitorear la evolución gradual de la arquitectura de la red Ipe para la tecnología SDN. La intención es construir una red sobrepuesta al backbone, para realizar pruebas y desarrollar prototipos, además de establecer directrices de nuevas arquitecturas y colaborar con pares internacionales.

Actualmente, una de las iniciativas internacionales pioneras en SDN es la de la red académica norte-americana Internet2, que hoy ofrece dos opciones distintas de red para la comunidad, en arquitectura TCP/IP y definida por software. El protocolo Openflow como estándar internacional, el NFV (Network Functions Virtualization), que permite la virtualización no solo de la infraestructura, sino de las funciones de red, y la computación en nube están entre las tendencias que están adoptándose. “Los sistemas de hoy están paralizados y dejan solo en las manos de los fabricantes la posibilidad de innovar”, comento Rezende. “Con la practicidad de esas tecnologías, el cielo es el límite”, finalizó.