Tecnología eficiente y accesible, salud de calidad para todos

- 29/07/2020

Jacson Fressatto, criador da Robô Laura e presidente do Instituto Laura Fressatto

 Artículo escrito por Jacson Fressatto, creador del Robot Laura y presidente del Instituto Laura Fressatto

 

 

La salud es una necesidad humana básica, garantizada por la Constitución Brasileña, regulada y pautada por la ciencia. Todo tienen derecho a recibir lo mejor en cuanto a tratamientos médicos se refiere. Sin embargo, sabemos que los avances tecnológicos y procedimentales no se implementan en el sector salud pública con la misma rapidez que en el sector privado, precisamente por las reglas de regulación y aprobación. Si bien el retraso está justificado, ciertos avances necesitan romper la barrera de la aprobación tradicional, siendo más ágiles en sus implementaciones, sin eludir, en ningún nivel, los criterios de regulación y seguridad de la información y la ética.


Este es el caso de la Inteligencia Artificial para la salud. Se trata de una modalidad tecnológica que viene avanzando rápidamente en el sector salud desde hace más de una década y que hoy comienza a traer beneficios, no solo en la recopilación de datos de investigación, sino también como recurso para toma de decisiones más asertiva.


Incluso con una aceptación más evidente, con escala de uso y validación en su asertividad, la Inteligencia Artificial para la salud sigue siendo un tema en desarrollo tanto en la academia general como en la mesa de los especialistas. Su uso operativo aún plantea muchas dudas sobre cómo y dónde aplicar dichos recursos tecnológicos de análisis de datos, ya que las reglas claras de seguridad y protección de datos no están bien detalladas en los textos jurídicos y mucho menos en las reglas de procesamiento de estas informaciones. Y esta no es una situación exclusiva en Brasil: es una pauta global y ascendente en los últimos años.


Además, la inmadurez de la información digital y la digitalización de procesos (datos estructurados para uso en AI) es una barrera para el uso efectivo a gran escala de soluciones que tratan datos de salud (ya sea del paciente o del sistema de salud) con inteligencia artificial.


Mirando a las restricciones, totalmente coherentes en la adhesión y desarrollo de cualquier tecnología, lo que provoca un gran contraargumento es el hecho de que el uso de algoritmos de Machine Learning en el análisis de procesos y procedimientos de salud ofrece una velocidad en los entendimientos comunes y mejora enormemente la eficiencia de los equipos asistenciales y la asertividad de los especialistas, que ahora tienen más tiempo en la gestión del cuidado y ya no en la lectura y análisis de números aglomerados en los diversos sectores y drives de datos de pacientes e instituciones de salud.


Desde 2010, la Robot Laura ha sido desarrollada y ajustada para atender la operación médica hospitalaria, con el fin de potenciar la capacidad, que es exclusivamente humana, para el diagnóstico y cuidado. En 2016, comenzó a operar en el primer hospital privado y desde entonces ha estado presente en decenas de instituciones, siendo aprobada científicamente su capacidad para apoyar la decisión de los equipos médicos y asistenciales, para todos los pacientes hospitalizados, independientemente de que sean atendidos en la UCI o no.


La alianza con la Rede Nacional de Ensino e Pesquisa (RNP), mediante el Acuerdo de Cooperación Tecnológica (ACT) con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovaciones (MCTI), es un avance que tiene como objetivo garantizar dos principales factores tratados, hasta ahora, como obstáculos: garantizar 1) una herramienta segura de procesamiento de datos y 2) un recurso de alto rendimiento, accesible para la salud pública. El objetivo de la alianza es lograr que, con la misma celeridad, y quizás por primera vez en nuestro país y en el mundo, antes del sector privado, la salud pública en Brasil tenga a su disposición tecnología de punta, agregando valor al trabajo de los profesionales y generando optimización de recursos para el sector que tanto necesita este tipo de atención.


Mi activismo siempre ha sido democratizar el uso de la inteligencia artificial en el mundo, comenzando por nuestro país. Y pese a que este proyecto se inició a partir de una tragedia personal, con la muerte de mi hija en 2010, haber desarrollado esta solución en estos últimos 10 años y establecer esta importante alianza con una organización federal - para aprobar y llevar el recurso a todos los ciudadanos, efectivamente hace que valga la pena todo el esfuerzo y las lágrimas utilizados en este propósito de la vida.