Alianzas que amplían la conectividad

Categoria
- 21/06/2016

Incluso para los países considerados desarrollados, tener y ampliar la infraestructura de telecomunicaciones representa un desafío, porque pasar fibras ópticas por una localidad puede envolver Ayuntamientos, Estados y concesionarias de luz, agua y alcantarillado. Es decir, varias entidades tienen derecho de pasaje, concepto que nació con la necesidad de fluir agua por propiedades particulares en beneficio de la sociedad.

“Eso hace con que sea urgente trazar alianzas, para garantizar que la infraestructura para comunicación llegue a un costo razonable, aprovechando cables y ductos que ya fueron pasados”, explica el director de Ingeniería y Operaciones de RNP, Eduardo Grizendi.

Por esa razón, RNP participó, en 2009, del grupo que definió las acciones del Plan Nacional de Banda Ancha (en Portugués, PNBL), que aportó para la necesidade de acciones regulatorias que induzcan a la expansión de redes de telecomunicaciones. “El ideal es que las normas de construcción de infraestructura hagan con que se amplíen la disponibilidad de redes de comunicación para la oferta de banda ancha”, afirma Grizendi.  Para él, “esa implementación debe hacerse en el momento de la realización de grandes obras de infraestructura (carreteras, ferrovías, oleoductos, redes de transmisión de energía eléctrica, entre otras), para garantizar la construcción y su intercambio entre las prestadoras de servicios telecomunicaciones’’, pondera.

Según el director, que también fue, durante años, profesor del Instituto Nacional de Telecomunicaciones (Inatel), “el uso de una fibra óptica en una carretera por un proveedor u operadora de telecomunicaciones da a ella la posibilidad de interconectar las ciudades cubiertas por la ruta de la carretera, completar el esquema de conexiones regionales y, de esta manera, promover un buen servicio de banda ancha nacional”.

La Agencia Nacional de Transportes Terrestres (ANTT) ha establecido que las nuevas concesiones deben implementar rutas ópticas en las carreteras y ceder cables de fibras ópticas a la Empresa Planificación y Logística (EPL). RNP tiene acuerdo de cooperación con EPL para que algunos pares de fibras sean dedicados a educación, investigación, salud, cultura y defensa, componiendo la red académica.

“La Ley nº 13.116, de 20 de abril de 2015, también es un hito importante, pues pone la necesidad de una legislación específica para que la construcción de edificio público o privado destinado al uso colectivo sea hecha disponiendo de ductos y cajas de pasaje para cables y fibras ópticas, por ejemplo. Ese tipo de reglamentación va acercándonos de los países más fuertes económicamente, donde cualquier infraestructura-madre ya tenga condiciones técnicas para las operadoras de telecomunicaciones mejoraren, constantemente, la prestación de sus servicios’’, cree Grizendi. El añade que, ‘‘en el exterior, las inversiones son hechas con una visión de valoración a largo plazo y eso refleja en el precio para contratación de internet, más atractivo, apuntando para un pay back para las operadoras y prestadores de servicio, más largo’.  

Incluso antes de ese camino regulatorio empezar a establecerse en Brasil, RNP ya veía la importancia de trabajar en conjunto con otras organizaciones, con el intercambio de fibras. Un ejemplo de eso es el programa Redes Comunitarias de Educación e Investigación (Redecomep), que ya tiene cerca de 40 redes ópticas metropolitanas implementadas en las capitales y en diversas ciudades del interior del país, con el objetivo de mejorar el acceso a internet. “Una de las redes metropolitanas, la Redecomep Rio, es un case de suceso en la colaboración entre Ayuntamiento y concesionarias, como la SuperVia, el Metro Rio, la Light y la Lamsa. RNP utilizó la infraestructura de ductos y canalización existente y cedió fibras, en contrapartida, lo que resultó en una red de cerca de 350 km de fibras ópticas, pasadas subterráneamente, que beneficia más de 80 puntos, entre universidades, hospitales, escuelas y centros de investigación”, afirma.

“La cuestión es el tiempo. La Redecomep Rio llevó siete años para lanzarse, justamente por cuenta de toda la negociación con socios. Con el desarrollo de facilidades, como leyes y reglamentaciones sobre el asunto, ese tiempo puede ser acortado, lo que ayudará a conectar, cada vez más y mejor, el país”, complementa el director.